Capítulo 2. Una realidad distinta.
Trancos, por la mañana, se dirigió al puerto. Por el camino estubo pensando en lo que le depararia el futuro. Juan, un amigo suyo que habia estado en el frente hace 2 años le había contado que el frente era un sitio muy desagradable. La muerte siempre hazechaba y apenas se podía dormir, la muerte, era uno de los peores miedos de Trancos. No porque fuera doloroso, ni porque fuera oscura. Lo que le daba miedo era enfrentarse a lo desconocido, a el después de la muerte, a ese sitio o pensamiento inospito del qual no se sabia nada mas que suposiciones en base a creencias y religiones. Peró sabia que sus opciones eran limitadas, o se presentaba en el puerto o moriría ahorcado, y parece ser que las posibilidades de vivir son mas amplia yendo al puerto para luego ir al frente.
Cuando llego al puerto, vio que en el puerto se habian concentrado por lo menos un millar de personas alli. Estaban formando grupos de personas y alli a lo lejos le parecio distinguir el rostro de uno de los que habia visto en la reunion del dia anterior. Asi que con un miedo terrible se dirigio a el hombre que habia visto ayer en la reunion. Cuando ya se estaba acercando distinguio mas rostros de la reunion, parecia que los habian agrupado por los grupos de las reuniones. Saludo cordialmente a los que Trancos creia que serian sus compañeros de misón. Pasados quarenta minutos llego un hombre que por su aspecto parecia de la realeza. Se subio a uno de los barcos, se colocó en la popa y empezo a decir:
-Granjeros, campesinos, herreros, carniceros, panaderos, zapateros, si estais aqui es porque vuestro rey, os necesita, pues en el frente ha habido un motín y ahora un millar de soldados cargan contra nosotros.Por lo tanto, hoy, zarpamos hasta el puerto de Zemaha, para combatir a los amotinados. Vuestra misión es matarlos a todos, pues para nuestro prospero país son una amenaza que no podemos dejar crecer. Asi que subir a ese barco con el orgullo de formar parte de este país bien alto y matad a los amotinados.-Y levanto la espada como muestra de apollo.
Y de inmediato todos dijeron:
-Si señor.
Los hicieron subir en barcos, a Trancos le toco subir a un barco llamado “HOPE”. Se mantuvo apartado de todos, pues no veia necesario juntarse con esa gente. Paso horas apartado de todo el mundo pensando en sus cosas hasta que un hombre del cual su aspecto no tiene importancia dijo:
-Veo tu rostro y pienso, seguro que tu eres como yo, si tuvieras que elejir bando serias un amotinado.
Y Trancos contesto:
-Si, peró no hay eleccion
-Si te unes a mi la habrá-dijo con un tono esperanzador como sei fueran libres
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